La keratosis pilaris, también conocida como “piel de gallina”, es una afección cutánea común y benigna que provoca pequeñas protuberancias ásperas en la piel. Estas suelen aparecer en los brazos, muslos, mejillas o glúteos. Aunque no es peligrosa, puede generar preocupación estética o incomodidad.
¿Qué es la keratosis pilaris?
La keratosis pilaris ocurre cuando la queratina, una proteína de la piel, obstruye los folículos pilosos, formando pequeñas protuberancias. Esta acumulación puede dar a la piel una textura áspera y seca. A menudo, la condición mejora con la edad y no requiere tratamiento médico, aunque existen opciones para suavizar la piel.
Causas de la keratosis pilaris
- Producción excesiva de queratina:
- La queratina bloquea los folículos pilosos, formando pequeñas protuberancias.
- Factores genéticos:
- Es más común en personas con antecedentes familiares de esta afección.
- Asociaciones con otras condiciones:
- Frecuente en personas con piel seca, dermatitis atópica o eccema.
- Clima:
- Puede empeorar en climas fríos y secos debido a la deshidratación de la piel.
Síntomas de la keratosis pilaris
- Protuberancias pequeñas y ásperas: Generalmente del color de la piel o rojizas.
- Textura áspera: Similar al papel de lija.
- Localización frecuente: Parte superior de los brazos, muslos, mejillas o glúteos.
- Piel seca: A menudo acompaña a esta afección.
- Ausencia de dolor o picazón significativa: Aunque en algunos casos puede haber leve irritación.
Diagnóstico de la keratosis pilaris
El diagnóstico es clínico y no requiere pruebas adicionales. Un dermatólogo puede identificar la keratosis pilaris mediante la inspección visual de la piel.
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Tratamientos para la keratosis pilaris
Aunque no tiene cura, los tratamientos pueden mejorar la apariencia y la textura de la piel. No olvide consultar con un especialista antes de realizar cualquier tipo de tratamiento.
Hidratación diaria:
- Cremas con urea o ácido láctico: Ayudan a suavizar las protuberancias y eliminar las células muertas.
- Cremas con ácido salicílico o glicólico: Favorecen la exfoliación química y reducen la obstrucción de los folículos.
Exfoliación suave:
- Usa exfoliantes físicos suaves (como esponjas o cepillos de baño) combinados con productos químicos para evitar irritaciones.
Evitar jabones agresivos:
- Opta por limpiadores suaves e hidratantes para proteger la barrera cutánea.
Humedad ambiental:
- Usa un humidificador en climas secos para prevenir la deshidratación de la piel.
Tratamientos avanzados:
- Láser: En casos persistentes, ciertos tipos de láser pueden reducir el enrojecimiento y mejorar la textura de la piel.
Consejos para el manejo de la keratosis pilaris
- Sé constante con tu rutina: Los tratamientos funcionan mejor con el uso regular.
- Evita el rascado: Puede irritar la piel y empeorar el aspecto de las protuberancias.
- Usa ropa cómoda: Evita tejidos ásperos que puedan irritar la piel.
- Protege tu piel del frío: La sequedad puede empeorar los síntomas.
Cuándo consultar a un dermatólogo
Consulta a un especialista si:
- Los tratamientos en casa no mejoran la apariencia de tu piel.
- Experimentas picazón severa o irritación.
- Las protuberancias son inusualmente grandes o afectan tu confianza.
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