Las cicatrices queloides son un tipo de cicatriz anormal que se forma cuando el tejido de una herida crece de manera excesiva, creando una lesión elevada y fibrosa. Este crecimiento descontrolado puede causar molestias, afectar la estética y, en algunos casos, interferir con la movilidad. En este artículo abordaremos sus causas, síntomas y opciones de tratamiento.
¿Qué son las cicatrices queloides?
Una cicatriz queloide es una forma de cicatrización anómala en la que el tejido fibroso crece más allá de los límites de la lesión original. Se caracteriza por ser una lesión dura, elevada, y, a menudo, de color rosado o violáceo. A diferencia de las cicatrices hipertróficas, las queloides no retroceden con el tiempo y pueden seguir creciendo incluso años después de que la herida haya sanado.
Pueden formarse en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en áreas como el pecho, los hombros, el lóbulo de la oreja y la espalda superior.
Causas y factores de riesgo
Las cicatrices queloides se producen debido a una respuesta exagerada del cuerpo durante el proceso de cicatrización.
Causas principales:
- Lesiones traumáticas (cortes, quemaduras, cirugía).
- Heridas quirúrgicas.
- Perforaciones corporales (piercings).
- Infecciones cutáneas.
- Vacunación (inyecciones en el brazo).
Factores de riesgo:
- Genética: Las personas con antecedentes familiares tienen mayor predisposición.
- Tipo de piel: Más común en personas de piel oscura, como afrodescendientes, asiáticos y latinos.
- Edad: Es más frecuente entre los 10 y 30 años.
- Zona del cuerpo: Áreas con alta tensión cutánea.
Síntomas comunes
Las cicatrices queloides presentan características distintivas que las diferencian de otros tipos de cicatrices:
- Lesión elevada, dura y lisa.
- Crecimiento que supera los límites de la herida original.
- Color que varía entre rosado, rojizo o violáceo.
- Dolor, picazón o sensación de tensión en la zona afectada.
- Tamaño variable, que puede aumentar con el tiempo.
Diagnóstico de las cicatrices queloides
El diagnóstico de una cicatriz queloide es clínico y se basa en la apariencia característica de la lesión.
En algunos casos, el dermatólogo puede recomendar:
- Biopsia cutánea: Para descartar otras lesiones cutáneas, como tumores.
- Histopatología: Para confirmar la proliferación de tejido fibroso.
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Opciones de tratamiento y manejo
Aunque las cicatrices queloides no son peligrosas, pueden ser incómodas o afectar la calidad de vida. Los tratamientos buscan reducir su tamaño, aliviar síntomas y mejorar la apariencia. No olvide consultar con un especialista antes de realizar cualquier tipo de tratamiento.
Tratamientos médicos:
- Inyecciones de corticoides: Reducen la inflamación y el tamaño de la cicatriz.
- Crioterapia: Congela la cicatriz, reduciendo su grosor.
- Láser: Mejora la textura y el color de la cicatriz.
- Radioterapia: En casos severos, para prevenir el crecimiento tras cirugía.
Tratamientos quirúrgicos:
- Extirpación quirúrgica, combinada con otros tratamientos para evitar la recurrencia.
Cuidado en casa:
- Uso de apósitos de gel de silicona para aplanar y suavizar la cicatriz.
- Evitar la exposición solar directa en la cicatriz.
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Cómo prevenir las cicatrices queloides
Si tienes tendencia a formar queloides, estas medidas pueden ayudar a prevenirlas:
- Evita perforaciones corporales innecesarias.
- Trata las heridas de inmediato para reducir inflamación.
- Usa apósitos de silicona en heridas quirúrgicas o traumáticas.
- Consulta a un dermatólogo si notas signos de cicatrización anormal.
Impacto en la calidad de vida y cuándo consultar a un especialista
Las cicatrices queloides pueden causar molestias físicas y emocionales. Si la cicatriz es dolorosa, limita tu movilidad o afecta tu autoestima, consulta a un especialista en dermatología.